Siete lágrimas al mar por Terri Farley

A los 10 años, Gwen Cooke tuvo un extraño encuentro con un chico de ojos
oscuros. Vino a ella en la playa, le susurró extrañas palabras al oído,
y luego desapareció. Poco después, su famila se fue de su casita de la
playa, y Gwen nunca volvió a ver al chico.
Ahora con 17 años, Gwen vueve al hogar de su infancia. Su abuela se lo pidió. Pero Gwen sabe que debe volver por otra razón: necesita el mar. Tal vez sea el mismo mar el que la llama. Tal vez sean el recuerdo del chico y de sus extrañas palabras los que la atraen al lugar donde se conocieron. Tal vez sea hora de enfrentarse a su destino.
Fue mi primera lectura en el año e hizo que empezara muy bien. Es una
historia fantástica, y con ese término me refiero a la pluma del
autor. He vivido cada página, no imaginan cuánto.Sé que digo esto seguido,
por no decir “siempre”, pero creo que no sería aceptable negarlo.
Con tan solo ver la portada y leer la sinopsis quedé totalmente enganchada, es decir: “Llama el mar,vendré a ti. Pierde siete lágrimas,tal vez siete años.” ¿Quién no se hace preguntas con esa “profecía” o tal vez maldición?
En fin, comenzaré contándoles algunas cosas.
Tenemos a Gwen,una jovencita de 17 años que tuvo un incidente muy
difícil de olvidar cuando era una niña, exactamente a sus 10 primaveras.
Lo que sucede -y no es spoiler- es que ella sufría de sonambulismo, y
una noche,eso provocó que su familia y personas que presenciaron lo
ocurrido la creyeran loca. Lo que sucedió fue que ella en plena
madrugada se dirigió a la orilla del mar (ella vivía en una casa de
playa con su familia) y poco a poco se fue sumergiendo, de tal forma que
se estaba empezando a ahogar, pero por casualidades -¿o no?- es salvada
por un muchacho de su edad. Su encuentro es muy tierno para ser dos
niños, pero las casualidades no existen, eso marcará el inicio de un
lazo que sólo puede acabar en sufrimiento.
Déjenme decirles que la historia en el principio me resultó un tanto
tedioso. Creo que la autora se distancio de lo que nos quería contar.
Nos relataba lo que hacía Gwen a diario durante su estadía en
Mirage Beach, desde el principio nos cuenta aquello y son muy pocas las
veces que tiene encuentros con Jesse.
Jesse -suspira-, obviamente guardó el misterio de este
chico hasta el final y supo engancharme desde el principio, a pesar que
me haya parecido lento. Y es que este chico resulta ser un selkie,
un ser de la mitología escocesa, una foca que al migrar a la costa se
transforma por cierto tiempo en humano para buscar a su par, y él está
convencido de que Gwen lo es, pero lo que no espera es que sea difícil y
trágico.
Este libro me hizo cuestionarme mucho sobre la vida, aveces hay que
sacrificar y renunciar a ciertas cosas y este libro te lo recuerda
claramente.
Fue una lectura fresca y con un final que te deja: ¿Hay segunda
parte? ¡Debe haberlo! -gritodedesesperación-, pero no siempre un libro
tiene el final feliz, la autora nos da la oportunidad para imaginar lo
que depara el futuro para Jesse y Gwen.
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