El día que dejó de nevar en Alaska por Alice Kellen





Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan.


Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.


OPINIÓN PERSONAL
Los últimos días del año han sido muy fríos para mí. Siempre amaré la manera en que los libros pueden ser tan sensitivos, y Alice Kellen es una capa en lograr eso a la perfección.

Para empezar, El día que dejó de nevar en Alaska (un nombre extenso, por cierto) lo he notado muy diferente a sus otros libros, aún no estoy segura de cuál sea aquello, pero de ser más elaborado, lo es, sí señor. Como lectora siento que Alice se supera con cada libro, algo totalmente natural y magnífico tratándose de ella, para nuestra dicha.

Esta historia nos entrega personajes congelados en el tiempo, que se niegan a avanzar por los errores y fantasmas del pasado. Conocemos a Heather hecha un lío, huyendo a algún lugar que la aparte de todo para evitar hacer daño, algo de lo que está convencida que ha hecho.
La solución que encuentra es correr hacia Alaska, un destino que eligió solo por tener un póster alusivo a ese estado.
Cuando Heather llega a Inovik Lake su perspectiva cambia una pisca, porque para ella no es ni del tamaño de lo que era su barrio en San Francisco, pero no se retracta, en lo absoluto.
La "ayuda" llega a ella al no saber dónde encontrar la cabaña en la que vivirá indefinidamente, ahí es donde aparece John, un hombre de cincuenta y seis años, que lo primero que dice cuando la ve es "¿Qué hace alguien como tú aquí?" , y Caos, un hermoso husky juguetón lleno de amor que conquistará el corazón de Heather Green en un pestañeo. Al principio John se rehusa a aceptar que debe hacerce cargo de Heather, pese a que ella le haga saber que puede sola, y también aunque él de alguna forma muestre su molestia. John es una gran persona.

Para sobrevivir al frío va a necesitar más que un cobertor, por la tanto debe ganar dinero si quiere solventar sus necesidades. Es ahí donde John da el empujoncito para que nuestros protagonistas principales se conozcan.

Nilak es un enigma desde el principio, esa coraza de fastidiarle todo desde que Heather se aparece en su bar es demasiado palpable. Está de más decir que ese hielo va derritiéndose mientras Heather insiste en conocerlo , de lo contrario no existiría tan hermosa historia.
Heather empezará a trabajar como camarera en ese lugar, y ahí también se ganará la simpatía de Seth, cocinero del bar y amigo de Nilak.
Hay personajes secundarios que juegan un papel exquisito, llenando de energía y razones a Heather para que pueda recapacitar de sus actos y de lo importante que es el perdón, así como que la familia es el ancla que tenemos para levantarnos.

El libro está narrado desde el punto de vista de Heather, y los capítulos se titulan con fragmentos de las líneas que lo componen, como una idea principal. Paralelo a esos POV está "Annie y su diario", algo que particularmente me tenía en vilo porque no sabes quién puede ser Annie, y no diré más al respecto, pero la sorpresa que te llevarás te romperá el corazón. ¿Eso sonó a spoiler?
La carga emocional que tienen Nilak y Heather sobre sí mismos llegan inevitablemente al lector, te sientes sensibilizado por sus sentimientos y estallas de felicidad cuando pueden liberarse después de tanto.

Sinceramente no existen palabras para expresar lo satisfactorio que es leer los libros de Alice, una autora que ya conquistó mi corazón, y este libro tiene tanto que es difícil soltarlo, cada capítulo más intenso que el otro, manteniendo el suspenso hasta las últimas páginas. Solo han pasado semanas y ya echo de menos a cada personaje, por eso debo confesar que hay ratos en el día que vuelvo a leer algún capítulo.

No puedo decirles más aunque muera por hacerlo, es por eso que estoy pensando seriamente en crear un rincón en el blog titulado "lo que las páginas se llevaron" , un espacio en donde escribiré también pero incluyendo spoilers mortales.

Déjense llevar por lo que es capaz de hacer la pluma de Alice Kellen, un libro tan cálido como invernal, y así entender el hermoso significado que se esconde tras ese título.

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