(13) Trece Horas en Viena por Paula Gallego



Kat era divertida, apasionada y atrevida, pero sobre todo era intensa;
 la clase de chica por la que Erik sería capaz de perder la cabeza. 

Ambos hicieron un trato hace tres años: vivir un amor perfecto durante solo 13 horas y decirse adiós para siempre; jamás volverían a saber del otro y el recuerdo de esa noche en Viena permanecería intacto. Sin embargo, el destino es caprichoso y ha querido que se vuelvan a encontrar en París. 

Kat está decidida a no cometer un error que pueda estropear lo que tuvieron, pero el deseo puede ser devastador y persuasivo, y ambos tendrán que tomar una decisión: ¿Intentarán preservar el recuerdo de su primer amor manteniéndose alejados, o renunciarán a él y se arriesgarán a perderlo todo?

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OPINIÓN PERSONAL

No sé cómo describir todo lo que me ha hecho sentir esta historia.
Paula Gallego tiene un potencial increíble para hacer que los sentimientos de los personajes escritos en papel puedan sentirse en el aire, sentirlos tan de cerca. 


Esta vez les quiero hablar de unos de los mejores libros que he leído en el año, que hasta el momento son cinco si mal no recuerdo, y de lejos pertenece a una de mis autoras favoritas desde hoy.
Toparme con este libro ha sido una casualidad hermosa, cosas de la vida que te regocijan.
Cuando terminé de leer «13 locuras que regalarte» de la bella Alice Kellen, caí en la cuenta de que no podía perder la hilación de historias bonitas, porque mis últimas lecturas fueron así, pura miel. Aunque sí, tengo claro que no todo es color de rosa. ¡Y Bam! Apareció la portada de «13 horas en Viena» mientras buscaba fotografías para retratar pasajes de la tercera y última parte de la serie Volver a ti.

En fin, desde que leí la sinopsis y las calificaciones en goodreads (cosa de lo que no suelo fijarme mucho) quedé enganchada. Quería y era una necesidad leer este libro, porque es así de simple, cuando tengo un flechazo con un libro es imposible renunciar a no deleitarme con la historia.

Y 13 horas en Viena lo hizo, aunque en un principio no logré adaptarme al ritmo pasado - presente (ya que están alternados hasta cierto capítulo) no fue un obstáculo para continuar con la lectura, seguí leyendo hasta que perdí la noción del tiempo y lo acabé  ... ¡No me lo podía creer!

En este libro tenemos a Kat Lesauvage, una joven con una personalidad jovial, un espíritu libre que no deja de lado el carácter para poner a alguien en su lugar, ya que por nada no pasa sus días boxeando. Durante los Juegos Juveniles de Viena, que vendría a ser como unas olimpiadas, conoce a Erik Nordskov , un muchacho que le parece atractivo desde que lo ve ... o bueno, desde que lo golpea.

Ambos son deportistas y su relación empieza como lo más natural, poco a poco se van haciendo amigos, experimentan situaciones que ninguno se atrevió a hacer, la manera en la que fluyen los sentimientos en ellos es dulce, hasta que ambos se enamoran sin darse cuenta.
Kat tiene una posición de hierro, una mujer que es bastante fuerte y no se deja amilanar por nada, ni mucho menos por nadie, es más, creo que retarla es su talón de aquiles y pesar de que me haya encantado la manera de ser que tiene, en cierto punto me hostigó su necedad. Ella prefiere ahorrarse el rollo de los compromisos, no se complica porque ella sabe que no nació para eso, solo basta el sexo y ahí queda.

Por otro lado está Erik, ¿mencioné que era saltador de trampolín? Pues sí, ya se imaginarán el cuerpo atlético que levanta miradas de todas las chicas de su alrededor, y de esto no es indiferente Kate. Más allá de lo físico está su personalidad tan considerada. Erik en un principio se muestra tímido, pero tiene un lado pícaro que no es conciente que tiene ¡y eso me pareció tierno!
Decir que Erik no ha robado mi corazón es blasfemia, es uno de los personajes más monos que he tenido el privilegio de leer.

Y bueno, como les contaba, Erik y Kat cuecen ese amor a fuego lento, y eso es lo que logra atraparte y convencerte. Ambos ya no pueden ocultar la atracción evidente que hay en el mismo aire que respiran y dan rienda suelta. A solo horas de que cada uno vuelva a tomar su camino, deciden regalarse 13 horas en las cuales se amarán y quedará como recordatorio de un encuentro único que dure para siempre, pero sólo como recuerdo.

Luego de tres años el destino les tiene preparado algo diferente y los hace toparse, pero ahora en París. Kat no ha cambiado para nada, sigue boxeando y además se encuentra debutando como "actriz" en un corto romántico dirigido por su amigo Max, con el cuál tiene aventuras de una sola noche de vez en cuando. Por sorpresas de la vida, Erik resulta que estuvo estudiando artes escénicas y él sí que es actor, y cuando termina siendo elegido como protagónico del corto junto con Kat, demuestra que no sólo tiene grandes dotes para la actuación, sino que es un perfecto momento para mostrarle a Kat que le partió el corazón en Viena tres años atrás.

Lo que el resto del libro nos depara es dulce, intenso y precioso. El tira y afloja que hay entre los protagonistas no es uno que tiende a ser cliché, es muy diferente a lo que he leído antes, y eso me ha encantado. Me ha encantado todo, la manera en la que fluyen los sentimientos es exquisita, las palabras son poéticas, y es bajo ese concepto que puedo describir las historias de Paula.

Creo que ya dije lo suficiente con respecto a la historia, no puede decirse más aunque quiera, escribir cada impresión que he tenido de las situaciones o momentos que tienen los personajes es fuerte, así que para eso está goodreads y esto tómenlo como una recomendación obligatoria, porque en serio me haría muy feliz que existan más lectores de Paula Gallego por estos lares del mundo.

He mencionado a Erik y Kat, que son los personajes principales, pero hay otros que en definitiva le dan el toque perfecto para que la construcción de la historia y el avance sea realista. Diana es la mejor amiga de Kate, y sin duda me ha divertido su espontaneidad y lo capaz que es de hablar sin pelos en la lengua, cuando ella tiene que decir la verdad lo dice, y más aún cuando tiene que contradecir a Kate. Otro personaje que resalta, y que conoceremos en «3 noches en Oslo», es Kenny, el hermano mayor de Erik. Él tiene una enfermedad degenerativa, eso lo sabemos desde este libro, y la mayoría del tiempo se considera una carga pesada para Erik y su familia. A pesar de que muestre su personalidad fría, tiene un corazón puro y considerado, a tal punto de renunciar a alguien que anhela. Pero eso les cuento en el siguiente post. 


En fin, lectores románticos, si desean acompañar sus tardes frías con algo cálido esta es la perfecta elección.
Un precioso libro con una historia inolvidable, cargado de emociones, que muestra un amor real, un amor que puede hallarse en el lugar menos pensado y que puede romper límites, porque después de trece horas en Viena, Erik y Kat no pensaban cruzar caminos, ni mucho menos regalarse un mes en París. 

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